Hay historias que se olvidan porque no son
significativas. Hay historias intrascendentes, inocuas, vanas. Historias que no
son importantes al fin y al cabo. Bien, esta no es una de esas historias. Esta
es una historia que entrelaza la vida de unos seres cualquiera, unidos por un
hilo rojo invisible, que les permite alejarse y acercarse, pero no cortar el
hilo. Nunca cortarlo.
Érase una vez una historia, la historia de
Helena, que le planta cara al dolor y al olvido, de forma altiva, envuelta en
una coraza de cinismo e ironía que la ayuda a seguir adelante, siempre adelante.
Es la historia de Miguel, anodino, gris, siempre haciendo lo que se espera
de él. ¿Siempre? No, siempre no, una vez no lo hizo, una vez se atrevió a
vivir, a vivir con mayúsculas. Pero eso fue hace mucho, y las arenas del tiempo
han cubierto aquel fin de semana tan lejano ya y que tuvo consecuencias. Es la historia
de Marqués y de Simón y de David. La de Carmen. La historia de Natalia, atrapada en
un amor, en un temor. La de Gustavo…
El hilo rojo también se estira y viaja a
través del espacio, a Suecia, la fría y perfecta Suecia. En Malmö la
historia de Yasmina está a punto de llegar a una encrucijada. La de Fátima
parece escondida, relegada a un segundo plano, sin molestar, sin ser vista ni
percibida, solo cuando requieren de ella. En Malmö, en La Pequeña Suecia, están también las historias
de Sture, de Raquel y de Erick.
Nuestro hilo también puede viajar en el
tiempo. Y nos llevará con Enrique, con Amador y con Louise, y con Thelma. Y
también con Abdul, si, desgraciadamente, también con Adbul.
Esta es la historia de un olvido, un olvido
que fue, y sobre todo, de un olvido que será. Y también es la historia de los
que no pueden, no deben y no quieren olvidar. Es la historia de gente mayor,
que no siempre lo fue, ¿una obviedad?, tal vez si, tal vez no… Es la misma
historia de muchos , olvidados, arrinconados donde no quieren estar, para tapar
remordimientos, para recibir cuidados también. Pero algunos no se resignan. No,
nunca lo hacen, y luchan, siempre luchan, hasta su último aliento. Es la
historia de los que viven ya por encima de la Lluvia.
Aquellos a los que os guste subrayar frases
no daréis abasto. Frases para detenerse, saborear, paladear y reflexionar. Bellamente
escrito, cada palabra en su justo lugar, no podría ir otra. Un libro para releer varias veces. Una delicia. Un libro para disfrutar despacio y sacarle todo el jugo.
Si tenéis curiosidad por leer algunas de estas frases no dudéis en consultar #SoyYincanera en Twitter. Por cierto, gracias Yincaneras por esta grata experiencia. Espero más con ansia.
"Por encima de la lluvia" de Víctor del Árbol. Editado por Destino. Edición en tapa blanda, 510 páginas.
Para Por encima de la lluvia, un NUEVE.