Pino Lella es un joven milanés que en 1943 solo se preocupa por la música y por las chicas, que dicho sea de paso, no le toman muy en serio. Su máxima preocupación es dar vueltas por Milán con su hermano pequeño Mimo y su mejor amigo Carletto y ayudar en la tienda de bolsos de su padre Michele o en la de maletas de su tío Albert. Tanta placidez llegará a su fin con la "toma" de Italia por el ejercito nazi. Ante el control de las fuerzas alemanas de Milán y el comienzo de los bombardeos aliados sobre la ciudad los padres de Pino y Mimo deciden sacarlos de la ciudad y enviarlos al refugio de montaña regentado por el padre Re. En este refugio y siguiendo las instrucciones del sacerdote, Pino dejará definitivamente atrás su niñez, y a espaldas de sus padres, que lo imaginan seguro en el refugio, participará en una red clandestina dedicada a ayudar a escapar a los judíos a través de pasos escarpados en los Alpes. A él se unirá más adelante su hermano Mimo.

La novela está dividida en un prólogo, cinco partes y un epílogo llamado POSTGUERRA donde sabremos cual es el destino de los personajes después del conflicto. Tengo que decir que me encantan las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, y lo que más me ha llamado la atención de este libro es que la cuenta desde la posición italiana. No la Italia fascista, sino la parte italiana que quería verse libre de alemanes y Camisas Negras. Es un punto de vista sobre el que no sé si es que se ha publicado poco o al que por circunstancias yo no he tenido mucho acceso, pero me sentí inmediatamente atraído cuando leí la sinopsis de la novela. La ambientación del Milán en guerra bajo el asedio de los bombardeos está muy lograda. Las salidas de la ciudad en tren de los ciudadanos para dormir al raso en pleno campo y volver por la mañana a la ciudad para contemplar los destrozos causados por las bombas y ver si sus negocios o sus casas seguían en pie me ha parecido muy curioso y muy duro a la vez. El hambre, el desabastecimiento o como poco a poco van saliendo a la luz los secretos ocultos por los nazis, como la mano de obra esclava, que Pino llama "los hombres grises", explotados hasta la extenuación, o los cargamentos de judíos en vagones destinados a reses de camino a los campos de concentración, en este caso Auschwitz, muchos hacia una muerte segura. La clasificación de los prisioneros, los diezmados para responder a los ataques de los partisanos italianos contra los nazis, en fin, la barbarie que todos sabemos que tuvo lugar y que está muy bien explicada en la novela antes los sorprendidos ojos de un muchacho que acaba de empezar a vivir.
La historia está narrada de forma muy clara y es muy sencilla de leer y atrapa desde el principio. La mayoría de los personajes son reales, lo que le añade crudeza al relato. No podremos evitar simpatizar con algunos personajes poco recomendables en algunos casos y odiar a otros sin medias tintas. Veremos la atrocidad de los actos de revancha llevados a cabo nada mas acabar la guerra por parte de gente "civilizada" sin razón y a veces ocultando otros motivos.
En fin, una historia muy recomendable para empezar este nuevo año, e incluso diría que necesaria, viendo los nuevos aires que soplan en la política nacional... Como pequeño "pero" diré que la trama argumental de amor resulta un poco tópica y predecible, pero que no le quita al libro ni un ápice de belleza a una historia heroica y desconocida de la Segunda Guerra Mundial.
BAJO UN CIELO ESCARLATA, OCHO.
PD: Atentos a los efectos secundarios de la novela, os encontraréis echando de menos a Pino y al Milán de los años cuarenta. Avisados estáis.