Buenas tardes Readers!!
Hoy os voy a hablar sobre uno de los thrillers del momento, La ciudad de la lluvia, de Alfonso del Río. Está editado por Destino en tapa dura y tiene 622 páginas.
Rebuscando en una caja aparece una vieja fotografía en tonos sepia, en ella se puede ver a cuatro personas que miran a cámara, cuatro adultos y un niño. Hay otra persona vestida con uniforme militar que observa un avión de los años cuarenta de espaldas al objetivo. ¿Quiénes son éstas personas?
La persona que ha dado con la caja, chocando con ella tras una mudanza de vuelta a Bilbao es Alain Lara, flamante nuevo jugador del Athletic Club, atrás queda su estancia en el Valencia, ha vuelto a casa para jugar en su Club, en el equipo en el que también jugó su abuelo en su época, Rodrigo Lezo. Están muy unidos, tras la muerte de los padres de Alain solo se tienen el uno al otro. El abuelo, que últimamente anda callado y meditabundo. Nunca ha sido muy hablador, al igual que él, pero lo nota raro, como si tramase algo. Está claro que hay algo que le preocupa demasiado, pero ¿para que va preguntarle? su abuelo de todas formas no respondería.
Rodrigo está mucho más que preocupado, está aterrado. Dicen que el pasado siempre vuelve, y que te alcanza donde quiera que te encuentre. Y te arrolla, llevándote por delante si tienes cuentas pendientes con el. Pues bien, el pasado de Rodrigo lo ha encontrado en forma de foto, de foto en tonos sepia con un mensaje escrito por detrás. No puede decírselo a nadie, pero eso no es lo peor. Lo peor es qué hará su nieto cuando él ya no esté.
David Schaffer es un prometedor abogado que da sus primeros pasos en un bufete importante de Bilbao. Allí tendrá que demostrar su valía entre el resto de compañeros, pasantes y socios. Esos socios que los apabullan con toneladas de trabajo, papeles y encargos sin ser conscientes de que los dejan sin apenas vida personal. Esa vida personal que mejoraría o mejor aún, cambiaría radicalmente si María estuviera en ella. María, un sueño que camina descalza por el bufete, hija de un importante empresario pero que es una más entre los aspirantes recién llegados al despacho de abogados. Si tan solo se atreviera a dar el paso y decirle que está loco por ella. A David, que no se detiene ante nada, lo paraliza el miedo al rechazo.
En otra época, en otra vida, se encuentra el Extranjero, concretamente en la Alemania nazi. Haciendo tratos con ellos, medrando con ellos, aunque a veces haya daños colaterales, vidas insignificantes que tengan que pagar las consecuencias de sus actos. Vidas como la de Maruska Dvorák, que escribe sin parar todas las noches, sin saber que esas líneas pueden ser su perdición.¿Pero eso qué importa? Mientras no sea él. Siempre ha sido así y así está bien.
La historia transcurre en dos tiempos, el Bilbao de los años ochenta, con la inestable situación política, ETA, y las lluvias torrenciales que causaron estragos en la ciudad de fondo. Los aficionados al fútbol están de enhorabuena, mas aún si son del Athletic, ya que al ser el equipo en el que juega Alain forma parte de la ambientación de la novela. El segundo tiempo lo encontraremos en la Alemania nazi de los años cuarenta. Tengo que decir que todo este periodo, más oscuro, me ha resultado de lo más evocador, ya que al igual que la parte que transcurre en Bilbao, está muy logrado. Aquí y allá van mezclándose con nuestros personajes ficticios algunos otros que han sido o son reales, como Vicente del Bosque, Clemente, Goebbels, Hitler y algunos otros que iréis descubriendo como si de un cameo en una película se tratara.
Los capítulos se van alternando entre la historia de David, que nos va relatando él mismo, y que viene en tipografía de máquina de escribir de toda la vida y los que nos van contando la historia general, que van introducidos por una breve frase, una sentencia o una reflexión relacionada con los personajes del libro. No son excesivamente largos, y aunque haya alguno que lo sea un pocomás se os hará corto, os lo aseguro. La trama está muy conseguida y no da ni un respiro, hasta que como todos esperamos, ambos periodos acaben entrelazándose para darle sentido a la historia.
Mi única pequeña pega ha sido el personaje de Alain, que para su edad resulta si no tal vez excesivamente maduro, dado todo lo que ha tenido que vivir, si con un aplomo, una seguridad inquebrantable y absoluta en todo momento y que siempre sabe lo que tiene que hacer impropia de alguien tan joven. Además es de una rectitud moral que para los tiempos que corren llama la atención. Esto, como he dicho, por poner una mínima objeción al libro, del que por lo demás he disfrutado completamente y de cada una de sus páginas.
En definitiva, una gran historia, para disfrutar al máximo, que os trasladará al pasado reciente más cercano, y al pasado oscuro de la Segunda Guerra Mundial, que no os dará tregua y que os dejará impactados al final. Una historia bien cuajada, y es que, como el propio autor dice, le ha llevado diez años terminarla. Vosotros la leeréis en mucho menos, prometido.
LA CIUDAD DE LA LLUVIA, NUEVE.
PD: Mucho cuidado con revolver en las cajas polvorientas del pasado.
Bienvenidos a mi sala de lectura, vamos a ponernos cómodos y a elegir un buen libro para disfrutar.
domingo, 27 de mayo de 2018
martes, 15 de mayo de 2018
Río revuelto, Joan Didion
Hola Readers!!
Hoy vengo a hablaros de Río revuelto, de la autora americana Joan Didion. El libro está editada en tapa blanda por Gatopardo ediciones y tiene 312 páginas.
Estamos en el cálido verano de 1959 en California. Lily y su esposo Everett tienen un encuentro inesperado en un embarcadero, tras un disparo, que traerá graves consecuencias para el matrimonio. Un matrimonio que no pasa por sus mejores momentos. Lleno de traiciones y falsas apariencias, y una falta de comunicación absolutamente brutal en dos personas que llevan juntas más de veinte años. Este es precisamente el lapso de tiempo en el que a partir del disparo echamos la vista atrás. Donde unos jóvenes Lily y Everett están al comienzo de su relación, con un futuro prometedor a sus pies. En apariencia lo tienen todo a favor. Ambos descienden de familias de rancio abolengo dentro de la gente importante del Río, sus árboles genealógicos pueden remontarse a los primeros pioneros. Sus vidas transcurren lánguidamente, sin prisas, como baja a veces el agua del río, con un estilo de vida muy acomodado, y viviendo gracias a las plantaciones de lúpulo que son el cultivo vital de la zona. Pero a veces las aguas del río bajan tumultuosas y revueltas, y nuestras jóvenes promesas van desarrollando sus vidas entre la incomprensión mutua y las complicadas relaciones personales y familiares que marcan la vida entre la gente acomodada del río.
El libro está dividido en tres partes principales, Agosto de 1959. 1938-1959 y nuevamente Agosto 1959. A su vez, cada parte está dividida en capítulos no muy largos. Las partes inicial y final se corresponden con los momentos del disparo y la parte central, que es la más larga, nos cuenta los veinte años de incomunicación del matrimonio.
Este parece ser el tema principal, la falta de comunicación. Ambos personajes principales padecen de una fuerte indolencia, visto desde fuera es como si unos hilos que ellos mismos no comprenden los lleven de un lado a otro y a actuar de formas incomprensibles y a veces en contra de sus propios sentimientos. Aunque claro, a veces es muy difícil mostrar los propios sentimientos. Tampoco hacen nada para evitar esta desidia que marca sus vidas. Aunque a veces tomen decisiones importantes que ambos utilizarán como armas arrojadizas con las que echarse en cara sus formas de actuar.
Tengo que decir que no he sido capaz de conectar con la historia, ni he podido sentirme identificado con ninguno de los personajes. Joan Didion no ha removido mis aguas. Al contrario, las ha mantenido totalmente inmóviles, a la espera en cualquier momento de esa corriente que arrastre con todo en la historia, corriente que no ha llegado. Al menos a mí no me ha llegado.
Como puntos a favor tengo que resaltar la forma de describir la vida diaria de la gente acomodada de la época, como novela costumbrista puede tener su valor. Ver seres que se mueven como a merced del viento sin ser capaces de tomar las riendas sobre sus propias vidas tiene algo desgarrador. Pero tampoco puedes sentir empatía con quien no hace nada para remediar su destino. Otro punto a favor es la calidad de la edición. Gatopardo es sinónimo de calidad, y hay que valorar el punto de riesgo que tiene editar novelas alejadas de los cánones actuales. Estoy seguro de que mucha otra gente disfrutará de la historia, del estilo pausado y ligeramente afectado de la autora y sobre todo del tema, porque si hay algo de actualidad hoy día es la soledad y la falta de comunicación. Desgraciadamente no he sido uno de ellos.
RÍO REVUELTO: TRES.
PD: De las aguas mansas líbreme Dios, que de las otras ya me libro yo...
Hoy vengo a hablaros de Río revuelto, de la autora americana Joan Didion. El libro está editada en tapa blanda por Gatopardo ediciones y tiene 312 páginas.
Estamos en el cálido verano de 1959 en California. Lily y su esposo Everett tienen un encuentro inesperado en un embarcadero, tras un disparo, que traerá graves consecuencias para el matrimonio. Un matrimonio que no pasa por sus mejores momentos. Lleno de traiciones y falsas apariencias, y una falta de comunicación absolutamente brutal en dos personas que llevan juntas más de veinte años. Este es precisamente el lapso de tiempo en el que a partir del disparo echamos la vista atrás. Donde unos jóvenes Lily y Everett están al comienzo de su relación, con un futuro prometedor a sus pies. En apariencia lo tienen todo a favor. Ambos descienden de familias de rancio abolengo dentro de la gente importante del Río, sus árboles genealógicos pueden remontarse a los primeros pioneros. Sus vidas transcurren lánguidamente, sin prisas, como baja a veces el agua del río, con un estilo de vida muy acomodado, y viviendo gracias a las plantaciones de lúpulo que son el cultivo vital de la zona. Pero a veces las aguas del río bajan tumultuosas y revueltas, y nuestras jóvenes promesas van desarrollando sus vidas entre la incomprensión mutua y las complicadas relaciones personales y familiares que marcan la vida entre la gente acomodada del río.
El libro está dividido en tres partes principales, Agosto de 1959. 1938-1959 y nuevamente Agosto 1959. A su vez, cada parte está dividida en capítulos no muy largos. Las partes inicial y final se corresponden con los momentos del disparo y la parte central, que es la más larga, nos cuenta los veinte años de incomunicación del matrimonio.
Este parece ser el tema principal, la falta de comunicación. Ambos personajes principales padecen de una fuerte indolencia, visto desde fuera es como si unos hilos que ellos mismos no comprenden los lleven de un lado a otro y a actuar de formas incomprensibles y a veces en contra de sus propios sentimientos. Aunque claro, a veces es muy difícil mostrar los propios sentimientos. Tampoco hacen nada para evitar esta desidia que marca sus vidas. Aunque a veces tomen decisiones importantes que ambos utilizarán como armas arrojadizas con las que echarse en cara sus formas de actuar.
Tengo que decir que no he sido capaz de conectar con la historia, ni he podido sentirme identificado con ninguno de los personajes. Joan Didion no ha removido mis aguas. Al contrario, las ha mantenido totalmente inmóviles, a la espera en cualquier momento de esa corriente que arrastre con todo en la historia, corriente que no ha llegado. Al menos a mí no me ha llegado.
Como puntos a favor tengo que resaltar la forma de describir la vida diaria de la gente acomodada de la época, como novela costumbrista puede tener su valor. Ver seres que se mueven como a merced del viento sin ser capaces de tomar las riendas sobre sus propias vidas tiene algo desgarrador. Pero tampoco puedes sentir empatía con quien no hace nada para remediar su destino. Otro punto a favor es la calidad de la edición. Gatopardo es sinónimo de calidad, y hay que valorar el punto de riesgo que tiene editar novelas alejadas de los cánones actuales. Estoy seguro de que mucha otra gente disfrutará de la historia, del estilo pausado y ligeramente afectado de la autora y sobre todo del tema, porque si hay algo de actualidad hoy día es la soledad y la falta de comunicación. Desgraciadamente no he sido uno de ellos.
RÍO REVUELTO: TRES.
PD: De las aguas mansas líbreme Dios, que de las otras ya me libro yo...
lunes, 7 de mayo de 2018
La tragedia del girasol, Benito Olmo.
Buenas tardes Readers!!
Hoy os voy a hablar del segundo libro de Benito Olmo, La tragedia del girasol, también protagonizado por el peculiar inspector Manuel Bianquetti. El libro está editado en tapa blanda por Suma de letras y tiene 396 páginas que rezuman novela negra de la buena. Los que hayáis leído La maniobra de la tortuga ya conoceréis al bueno de Bianquetti, ambas novelas pueden leerse de forma independiente.
Hoy vamos a comenzar con un pequeño experimento. Vamos a abrir la ventana, inspiramos profundamente... ¿A qué huele? Llega el aroma salado del mar, cargado con tintes de novela negra gaditana, porque no creo que lo haya dicho, pero estamos en Cádiz. Un Cádiz muy alejado de los tópicos de sol y veraneantes. Nos encontramos en un Cádiz negro, lluvioso, húmedo, muy bien ambientado, dónde vamos a encontrar a gente de los bajos fondos y a gente de las más altas esferas. Porque como en la anterior novela de Benito Olmo, Cádiz también es un personaje más.
No descubro nada si digo que comenzamos con nuestro querido Bianquetti expedientado, suspendido sin empleo y sueldo por una temporada y que tiene que hacer trabajos esporádicos como detective privado para sacarse un dinerillo con el que ir tirando. Se ha cogido prestado eso si, el viejo Kadett de la comisaría, que seguro que no echarán de menos y a él le hace un buen apaño. Uno de estos trabajos consiste en encontrar a Regina, una prostituta algo escurridiza y que le está dando más dificultades de las que él esperaba. Como con este trabajo no le basta, decide aceptar un encargo que le ha llegado a través del Inspector Silva, un compañero de la comisaría con el que Bianquetti ha tenido sus más y sus menos en el pasado. Se trata de proteger a un gran empresario gaditano, Carlos Ferraro, forofo del fútbol y que llega acompañado de su nuera Mary, una mujer espectacular en todos los sentidos, de esas que juegan en grandes ligas. A pesar de ser un trabajo bien remunerado este encargo tiene sus contra prestaciones, además de venir de las incómodas manos de Silva, lo que ya es un martirio, tiene que ponerse a las órdenes del jefe de seguridad del empresario, Grégory y de su gran atlátere, Caracerdo (nuestro Bianquetti es muy dado a rebautizar a la gente).
Con estas sencillas bases Bianquetti se meterá en una espiral de violencia y muertes de la que podrá resultar difícilmente bien parado. De fondo tendremos a Cristina, la paciente Cristina, que está siempre ahí para recoger los pedazos cuando el gran titán se hace trizas y que es el único rayo de luz que queda en la vida de Bianquetti junto con su hija, que vive con su ex mujer en Madrid, y con la que no habla tanto como desearía, a pesar de esos momentos de quiero y no puedo, o más bien de no me atrevo por miedo al rechazo o al fracaso como padre o como pareja. Y es que a pesar del físico exterior de Bianquetti que es imponente en varios sentidos, el interior es muy frágil cuando está relacionado con las pocas personas que de verdad le importan. Pero estos pilares fundamentales en la vida del inspector pueden no estar siempre destinados a apuntalar sus salidas de tono, sus no respuestas y su falta de comunicación. Están comenzando a resquebrajarse, como cualquier tipo de relación, hay que alimentarlas con esmero, si no, se pueden desvanecer... irse con otros vientos, a otros lugares más cálidos y menos dolorosos.
Como un destello de brillo fulgurante entra Mary en escena, elegante, sofisticada, con movimientos felinos y sinuosos que atrapan todas las miradas, toda la atención disponible de todos cuantos la rodean, como un diamante al sol. Algo llamativo que puede eclipsar fácilmente algo que es verdadero, inalterable, seguro y sobre todo, puro. Pero no siempre valoramos las cosas seguras ¿verdad?. Junto a Mary está su marido, Leo Ferraro, hijo del gran empresario. Lujo, grandes firmas, casas exclusivas en zonas residenciales inalcanzables para el resto de los mortales, cuidadas maneras, y dinero, mucho dinero. Pero hay cosas que ni todo el dinero del mundo puede comprar y Leo está enamorado, perdidamente enamorado. Eso le lleva a prácticamente suplicar protección a Bianquetti, que se meterá en la boca del lobo, más por la velada petición que se esconde tras la mirada todopoderosa de Mary, que de los insistentes intentos de su marido por protegerla. Hay quién consigue con miradas lo que otros no podrían con fortunas. A partir de aquí es cosa vuestra, tenéis los hilos con los que seguir la compleja tela de araña que Benito Olmo construye cuidadosamente, en un Cádiz opresivo y agobiante por la lluvia y la humedad que hace que la ropa se te pegue al cuerpo.
La novela se lee sola, los métodos de Manuel Bianquetti son poco ortodoxos pero muy expeditivos. Y ya conocemos su poca disposición a seguir órdenes o las directrices de otros. No en vano está suspendido de empleo y sueldo. Los capítulos son breves y la aparente sencillez de su prosa hace que te deslices por las páginas sin apenas notarlo. Las dos tramas principales de la historia se entrecruzan hasta que acaban encajando. Tan solo apuntar que nos encontramos ante un libro que huele a clásico de novela negra, de la buena, de la de siempre, de la que se respira mientras lees, que recomiendo totalmente su lectura y que espero que Bianquetti acabe convirtiéndose en un clásico y que entre en el Olimpo de los grandes detectives españoles.
LA TRAGEDIA DEL GIRASOL, NUEVE.
"Como un girasol, condenado hasta el final de sus días a seguir el movimiento del sol que le da la vida; el mismo sol que al cabo de unas semanas se la quitará, achicharrándolo".
PD: A disfrutar del sol Girasoles!!
Hoy os voy a hablar del segundo libro de Benito Olmo, La tragedia del girasol, también protagonizado por el peculiar inspector Manuel Bianquetti. El libro está editado en tapa blanda por Suma de letras y tiene 396 páginas que rezuman novela negra de la buena. Los que hayáis leído La maniobra de la tortuga ya conoceréis al bueno de Bianquetti, ambas novelas pueden leerse de forma independiente.
Hoy vamos a comenzar con un pequeño experimento. Vamos a abrir la ventana, inspiramos profundamente... ¿A qué huele? Llega el aroma salado del mar, cargado con tintes de novela negra gaditana, porque no creo que lo haya dicho, pero estamos en Cádiz. Un Cádiz muy alejado de los tópicos de sol y veraneantes. Nos encontramos en un Cádiz negro, lluvioso, húmedo, muy bien ambientado, dónde vamos a encontrar a gente de los bajos fondos y a gente de las más altas esferas. Porque como en la anterior novela de Benito Olmo, Cádiz también es un personaje más.
No descubro nada si digo que comenzamos con nuestro querido Bianquetti expedientado, suspendido sin empleo y sueldo por una temporada y que tiene que hacer trabajos esporádicos como detective privado para sacarse un dinerillo con el que ir tirando. Se ha cogido prestado eso si, el viejo Kadett de la comisaría, que seguro que no echarán de menos y a él le hace un buen apaño. Uno de estos trabajos consiste en encontrar a Regina, una prostituta algo escurridiza y que le está dando más dificultades de las que él esperaba. Como con este trabajo no le basta, decide aceptar un encargo que le ha llegado a través del Inspector Silva, un compañero de la comisaría con el que Bianquetti ha tenido sus más y sus menos en el pasado. Se trata de proteger a un gran empresario gaditano, Carlos Ferraro, forofo del fútbol y que llega acompañado de su nuera Mary, una mujer espectacular en todos los sentidos, de esas que juegan en grandes ligas. A pesar de ser un trabajo bien remunerado este encargo tiene sus contra prestaciones, además de venir de las incómodas manos de Silva, lo que ya es un martirio, tiene que ponerse a las órdenes del jefe de seguridad del empresario, Grégory y de su gran atlátere, Caracerdo (nuestro Bianquetti es muy dado a rebautizar a la gente).
Con estas sencillas bases Bianquetti se meterá en una espiral de violencia y muertes de la que podrá resultar difícilmente bien parado. De fondo tendremos a Cristina, la paciente Cristina, que está siempre ahí para recoger los pedazos cuando el gran titán se hace trizas y que es el único rayo de luz que queda en la vida de Bianquetti junto con su hija, que vive con su ex mujer en Madrid, y con la que no habla tanto como desearía, a pesar de esos momentos de quiero y no puedo, o más bien de no me atrevo por miedo al rechazo o al fracaso como padre o como pareja. Y es que a pesar del físico exterior de Bianquetti que es imponente en varios sentidos, el interior es muy frágil cuando está relacionado con las pocas personas que de verdad le importan. Pero estos pilares fundamentales en la vida del inspector pueden no estar siempre destinados a apuntalar sus salidas de tono, sus no respuestas y su falta de comunicación. Están comenzando a resquebrajarse, como cualquier tipo de relación, hay que alimentarlas con esmero, si no, se pueden desvanecer... irse con otros vientos, a otros lugares más cálidos y menos dolorosos.
Como un destello de brillo fulgurante entra Mary en escena, elegante, sofisticada, con movimientos felinos y sinuosos que atrapan todas las miradas, toda la atención disponible de todos cuantos la rodean, como un diamante al sol. Algo llamativo que puede eclipsar fácilmente algo que es verdadero, inalterable, seguro y sobre todo, puro. Pero no siempre valoramos las cosas seguras ¿verdad?. Junto a Mary está su marido, Leo Ferraro, hijo del gran empresario. Lujo, grandes firmas, casas exclusivas en zonas residenciales inalcanzables para el resto de los mortales, cuidadas maneras, y dinero, mucho dinero. Pero hay cosas que ni todo el dinero del mundo puede comprar y Leo está enamorado, perdidamente enamorado. Eso le lleva a prácticamente suplicar protección a Bianquetti, que se meterá en la boca del lobo, más por la velada petición que se esconde tras la mirada todopoderosa de Mary, que de los insistentes intentos de su marido por protegerla. Hay quién consigue con miradas lo que otros no podrían con fortunas. A partir de aquí es cosa vuestra, tenéis los hilos con los que seguir la compleja tela de araña que Benito Olmo construye cuidadosamente, en un Cádiz opresivo y agobiante por la lluvia y la humedad que hace que la ropa se te pegue al cuerpo.
La novela se lee sola, los métodos de Manuel Bianquetti son poco ortodoxos pero muy expeditivos. Y ya conocemos su poca disposición a seguir órdenes o las directrices de otros. No en vano está suspendido de empleo y sueldo. Los capítulos son breves y la aparente sencillez de su prosa hace que te deslices por las páginas sin apenas notarlo. Las dos tramas principales de la historia se entrecruzan hasta que acaban encajando. Tan solo apuntar que nos encontramos ante un libro que huele a clásico de novela negra, de la buena, de la de siempre, de la que se respira mientras lees, que recomiendo totalmente su lectura y que espero que Bianquetti acabe convirtiéndose en un clásico y que entre en el Olimpo de los grandes detectives españoles.
LA TRAGEDIA DEL GIRASOL, NUEVE.
"Como un girasol, condenado hasta el final de sus días a seguir el movimiento del sol que le da la vida; el mismo sol que al cabo de unas semanas se la quitará, achicharrándolo".
PD: A disfrutar del sol Girasoles!!
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