miércoles, 27 de julio de 2016

Aguacero, Luis Roso

Buenas y calurosas noches,

Esta noche hablamos sobre Aguacero, de Luis Roso. El libro está publicado por Ediciones B, tiene 407 páginas y está editado en tapa blanda.

En este largo y cálido verano un poco de agua no nos vendría nada mal. 
En este caso un Aguacero que nos llega de la mano de Luis Roso, cuya primera novela hará las delicias de los amantes del género negro, enmarcado además en un periodo poco común de nuestra historia, como él mismo explica al final del libro.

Madrid, 1955. El inspector Trevejo recibe el encargo de sus superiores de resolver un misterioso crimen en un pueblo perdido en la sierra madrileña. El caso debe resolverse a la mayor brevedad y con la mayor discreción posible por motivos políticos. Trevejo, acompañado de Aparecido, un joven guardia civil del pueblo, comienza su investigación cuando caen las primeras gotas de lluvia. Poco a poco, mientras no para de caer agua, los primeros secretos de la gente del lugar irán saliendo a la luz.

Aguacero no es la típica novela negra al uso. La pareja Trevejo / Aparecido funciona a la perfección, sus diferencias les hacen complementarse como unos "modernos" Sherlock y Watson. Tiene guiños para los seguidores del género, especialmente para los de Lorenzo Silva. 

Entre sus puntos fuertes cabe destacar su ambientación, el pueblo pequeño con su gente cerrada a los de fuera, con suelos embarrados, y la lluvia que cae sin cesar. Los contrapuntos entre las clases altas y las clases trabajadoras, especialmente visibles en las visitas a la obra de la compañía eléctrica, donde los trabajadores viven en condiciones infrahumanas. Los oscuros secretos guardados por la gente del lugar, de los años de  guerra. La hipocresía del sacerdote del pueblo, acompañado de forma permanente por el alcalde, hijo del alcalde anterior. La arrogancia del médico, el juez, etc. Pero sobre todo, si algo hace distinta a esta novela son sus brillantes diálogos, cargados de una ironía que nos hará disfrutar de cada palabra, y francamente, no podremos evitar reírnos en algunas ocasiones. Tampoco podremos evitar volver a leer algún párrafo que otro, para regocijarnos con la retranca del inspector Trevejo, envuelta en vocabulario propio de la época.

Como puntos negativos solo cabe citar que se lee demasiado rápido, que te quedas con ganas de saber más sobre Trevejo y Aparecido. Y es que después de descubrir un buen libro, siempre me gusta investigar y ver que otros libros ha publicado el autor, cosa muy frustrante en este caso, al ser una primera novela. Una GRAN primera novela, que recomiendo a todo el mundo para disfrutar en este verano de altas temperaturas, escondiéndonos en las frías brumas de este pueblo escondido tras serpenteantes carreteruchas sobre las que un gran Aguacero se cierne de forma permanente. UN NUEVE. 

PD: Por favor Luis Roso, ¡¡ nuevos casos para Trevejo y Aparecido!!


1 comentario:

  1. ¡Hola Cristina!! Muchas gracias por seguirme, espero que te guste el blog, me paso por el tuyo en breves. Encantado de tenerte por aqui!! ;) un Beso.

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